«El alma generosa sera prosperada,

y el que saciare, el también sera saciado» »

Proverbios 11:25

Antes de iniciar HTHF, participamos en ayudar a los pobres a través de un grupo de Hermanas Franciscanas y Frailes Franciscanos que están ubicados y establecidos en Matagalpa. Ambas de estas dos congregaciones dedican de todo corazón, sus vidas al servicio de los empobrecidos en sus comunidades.

Nuestro último viaje a Matagalpa, Nicaragua, fue en octubre de 2017. Pudimos recolectar aproximadamente 400 libras de ropa, zapatos, útiles escolares y juguetes que fueron donados generosamente por familiares y amigos. Volamos a Nicaragua para distribuir lo que pudimos recolectar y comprar para ayudar a las hermanas con las causas humanitarias que apoyan.
 

Experimentamos algunos momentos agridulces cuando fuimos a entregar lo que  llevamos para los niños. Nos recibieron con tanto aprecio y gratitud que fue realmente increíble y muy delicado. Las hermanas, los niños y sus madres siguieron agradeciéndonos y bendiciéndonos una y otra vez. De alguna manera me sentí incómodo al ver a estos niños pobres y humildes que carecen tanto y necesitan tanto gritar: «Gracias y que Dios los bendiga». Vivimos aquí en los Estados Unidos y tenemos mucho que agradecer, pero lamentablemente, a veces damos las cosas por garantizadas.

Las cosas que tenemos  y no apreciamos en forma cotidiana, otras personas oran por tenerlas.

Podría decir que sentí, sin exagerar, que para ellos no era solo el hecho de que les habíamos traído algunas cosas y algún momento de felicidad. Pero, su gratitud parecía expresar un sentimiento más profundo. Creo que su gratitud fue más acerca de que apreciaran a un grupo de extraños que los visitaban desde los Estados Unidos. En otras palabras, fue más acerca de ellos sentir que nos preocupamos por ellos y compartimos tiempo y algunas cosas con ellos. Estas personas viven en la desesperación y, a veces, no hay nadie ni a quién acudir en busca de ayuda.

¡Por favor ayúdanos a ayudar! Queremos seguir ayudando a todos los que necesitan apoyo. No podemos hacer esto sin gente generosa dispuesta a hacer una contribución. HTHF confía en corazones benévolos e interesados ​​en hacer algo para ayudar a los más vulnerables en estas comunidades.

Nuestra última parada en Matagalpa fue en el basurero de la ciudad. Fuimos allí para entregar ropa y algunas bolsas de regalos que habíamos preparado para los niños. La escena allí fue extremadamente desgarradora y nos abrió los ojos. Había una zona enorme, maloliente y sucia cubierta por una montaña de basura. Las personas estaban rodeados de perros y buitres mientras cavaban a través de la basura. Hombres, mujeres y niños van allí todos los días a buscar algo para comer, algún artículo que puedan usar o algún artículo que pueda reciclarse, para poder venderlo, ganar algo de dinero y comprar alimentos.

Honestamente, puedo decir que fue la experiencia más triste y lamentable que jamás haya presenciado en mi vida. El corazón de mi hermana y mi corazón fueron profundamente conmovidos de una manera muy significativa. Sentí que lo que estábamos haciendo para esta gente no era suficiente. Me di cuenta de que lo que hemos estado haciendo durante los últimos años fue completamente insignificante. Estos seres humanos que tuvieron la desgracia de nacer y criarse en esas terribles y deplorables circunstancias necesitan mucho, mucho más de lo que pudimos ofrecerles.

Entendí que estábamos limitados por nuestros propios recursos y no había mucho que podíamos hacer por nuestros propios medios. Me di cuenta de la urgencia de abrir una organización sin fines de lucro con el único propósito de ayudar a más personas que viven en niveles de pobreza extremos, y de poder apoyar otras causas también. Esta es la historia detrás de cómo nació HTHF.

«Quien sea generoso con los pobres presta al Señor, y Él le pagará por sus obras» Proverbios 19, 17